domingo, 8 de mayo de 2016

La persistencia de la Memoria

Hoy voy a hacer especial mención a una famosa pintura conocida como La persistencia de la memoria. Esta obra es de la autoría de Salvador Dalí, considerado uno de los máximos representantes del surrealismo, y en ella podemos observar diferentes elementos simbólicos. Dalí se sirve de una serie de figuras sin significado aparente para la representación de esta pintura. Respecto a la disposición de estas figuras concluimos cómo al fondo se puede percibir un paisaje rocoso similar a un acantilado; y en un primer plano la figura de un hombre desfigurado, tres relojes que parecen fundirse, un reloj de mano invadido por hormigas, y una rama de un árbol desde donde uno de los relojes se desprende.
Ahora prosigamos con la explicación de cada uno de los significados que le sugirieron al autor estos elementos:
El paisaje que aparece reflejado al fondo se trata del Cabo de Creus, situado en la zona más oriental de la península Ibérica, al norte del Golfo de Rosas. Este lugar pareció servirle de inspiración al autor, pues según parece, La persistencia de la memoria no es el único cuadro donde se hace presente. Para la creación de su obra El gran masturbador, se inspiró en una roca de Cala Cullaré, situada en la misma zona.Respecto a lo que pretende transmitir Salvador con este paisaje es la consistencia del tiempo, reflejada en la dureza de las rocas.
Por la contra, los relojes blandos representan la relatividad del mismo y la fragilidad con la que éste puede ser corrompido. Cada uno muestra una hora diferente y con ello el autor ensalza la idea de que el tiempo es personal. El rígido en cambio no deja ver el tiempo y se halla cubierto de hormigas, lo cierto, es que  esto guarda un doble significado. Para Dalí las hormigas eran una mera personificación de la muerte y de la putrefacción. Por ende, el reloj rígido está condenado a la corrupción y a la descomposición.
Cambiando de perspectiva, y centrándonos en el plano principal, podemos ver el perfil de un rostro distorsionado, que según dicen, podría tratarse del mismo Salvador. Como vemos, también se representa como materia blanda, evocando así a su propia mortalidad, así como en los relojes podíamos apreciar el insignificante valor del tiempo, sujeto de los recuerdos y a la memoria, causante de decadencia e ineficacia que el autor nos pretendía transmitir. 
Personalmente es uno de los cuadros que más me gusta de Dalí, tanto por la manera en la que conecta con el espectador, haciéndolo reflexionar sobre los elementos que representa la obra, como por la perfección con la que reproduce diferentes cuestiones trascendentales y de forma simbólica en el lienzo. Aquí abajo os dejo una imagen de la misma.




1 comentario:

  1. Perdona por leerlo tan tarde. A mí también me parece un cuadro sorprendente.

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