Narciso

Hoy contaré la leyenda de Narciso, hijo del dios Sísifo y la ninfa Liriope. Para comenzar, os haré saber, que esta historia la encontramos en Las Metamorfosis de Ovidio. Y bien, el relato comienza cuando Liriope, tras nacer su hijo, acude a un adivino, llamado Tiresias, quien le predice que Narciso vivirá tantos años como quiera, siempre y cuando no mire su reflejo. Este fue el motivo por el cual Narciso crecería fuera del alcance de cualquier espejo. A la edad de 16 años ya causaba furor entre las jóvenes, debido a su hermosura. Un día, su vecina Amínias, le confesó haberse enamorado de él; este la rechazo de mala manera, y fue así como la muchacha decidió maldecir al pequeño Narciso, y que así fuese tratado, con el mismo desdén con el que él trataba a los demás; a continuación, la enamorada decidió acabar con su propia vida.
La historia procede con Eco, una ninfa que tampoco pudo resistirse a la belleza de Narciso. Cuando este se encontraba en el bosque, fue sorprendido por una voz que repetía la ultima palabra que decía. Esa voz pertenecía a Eco, buscando el amor del joven. Asustado, Narciso se adentró en el bosque, pues no quería saber nada de ninguna mujer, ya que para lo que él era, todo le parecía poco.
Un mes después decidió volver al bosque, donde se arrodilló frente a un pequeño riachuelo, fue así como se enamoró. Narciso, al ver su reflejo desconocía que era él mismo por lo que intenta tocarlo, algo imposible puesto que es un simple espejo de su persona. Fue así como el hermoso Narciso murió, en agonía, mirando e intentando alcanzar su rostro reflejado en el agua.
A partir de este personaje surgió el narcisismo que hoy conocemos. La palabra en sí significa admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma, por su aspecto físico o por sus dotes o cualidades.
A continuación os muestro alguna pinturas y escultura basadas en esta historia.

                                                                 

    Narciso al verse reflejado, obra de Caravaggio, 1597-1599

Narciso por Benvenuto Cellini, Florencia, 1500-1571