En
la siguiente entrada, haré especial mención a lo acaecido en el
primer canto de la Divina Comedia. Para comenzar, aportaré algunos
datos fundamentales sobre el autor y la obra. La obra fue escrita por
Dante, posiblemente a principios del siglo XIV, y se compone de
poemas escritos en prosa, agrupados en cantos y a su vez divididos en
tres partes, conocidas como: Infierno, Purgatorio y Paraíso.
Hoy hablaré, en concreto sobre el primer canto, que situamos dentro
de Infierno.
Y
bien, este poema mediante una alegoría pretende ensalzar la idea de
que factores como la codicia, la avaricia o la maldad, reflejados en
las bestias, pueden llevarnos por un mal camino. Esto lo vemos
reflejado en los primeros versos cuando dice: "A
mitad del camino de la vida, en una selva oscura me
encontraba porque mi ruta había extraviado." Con el
pretexto de haberse quedado dormido, justifica su abandono de
la verdadera senda. El poeta, tras salir de dicha selva, se
dispone a ascender por una ladera con el fin de llegar a la cima de
la montaña, pero es sorprendido por tres bestias, una loba, un león
y una onza. Atemorizado ante tal situación, aparece Virgilio, quién
lo salva de los tres animales y lo aleja del mal
camino, guiándolo así, por el bueno: "Por lo que,
por tu bien, pienso y decido, que vengas tras de mí, y seré tu
guía, y he de llevarte por lugar eterno".
William Blake: El Infierno, Virgilio salva a Dante de las tres bestias.
Muy bien. Curiosa imagen.
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